EL
SEDUCTOR ENCANTO DEL AZAR
Embustero. Ese es el
adjetivo que hubiera utilizado mi madre. Embustero o embrollón. Por la forma de
decir, por esa manera tan suya de mentir con la verdad, de dejar que la gente
crea algo (irreal, incierto) y nunca aclararlo.
Es una estrategia, me
han dicho. Una estrategia comunicacional, al igual que muchas de las frases que
suelen repetirse en los programas de televisión, a pesar de haberse probado que
son erradas, que carecen de respaldo científico, o que ni siquiera pueden ser
acompañadas por las estadísticas.
Pienso que se
equivocan porque la gente no es tonta, tal vez a algunos les falte estudios,
pero eso no quiere decir que no sean listos. Todos se dan cuenta que hay
ciertos hechos imposibles de explicar como resultado de uno o varios factores
si se insiste con fórmulas viejas, ya utilizadas, que nos han puesto en un
camino indeseable. Sin embargo muchos dicen creer, piden tiempo, como en el
basquetbol, a pesar de que las señales indican una trayectoria definitiva.
Nada hace pensar que
los vaticinios de ellos se cumplirán, ni en tiempo, ni en forma. Aunque
insistan. Los dados de Dios ruedan sobre la tierra- El azar provoca un caos
original al romper con un orden dado para crear otro posible. Solo posible.
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