FUTURO
Entender las
especulaciones del destino, o la política de Dios sobre el futuro de las cosas,
es tarea que por lo general les es asignada a hombres que se arrogan la
prepotencia de la fe. Pero hombres al fin, colmados de profundas ambiciones y
extremas mezquindades. Ahora, de ahí a pedir la “feliz muerte del papa” en pos
de defensa del dogma…
Creo que nos estamos
aprovechando y abusando de cierta tendencia fascista que se está reavivando en
el mundo, y envueltos en envases patrióticos o dogmáticos, sacamos a pasear
nuestra misantropía con donaire y frescura, como si fuera una característica
bella, de la que debiéramos enorgullecernos.
Expresiones racistas,
homofóbicas, aporofóbicas, se escuchan con facilidad en los centros sociales
más distinguidos, se leen entre aforismos en las páginas de los diarios, y se
presumen en las acciones de gobierno. Se está perdiendo todo rastro de
humanidad y civilidad del género. La raza ha evolucionado desfavorablemente.
Hoy ya no es secreto
que casi nadie lee un libro, o un diario, o una revista. Las redes sociales nos
han cautivado velozmente, han copado la parada, y junto a la epistemología, la
semántica, y la memética, nos inculcan y nos programan para direccionar
nuestros pensamientos tanto como nuestras decisiones.
Seguramente la
historia va a hablar de este fenómeno globalizado cuando ya seamos apenas un
recuerdo. Y a quien le interese la antropología sabrá que este siglo se ha
caracterizado por ser el más inculto, el menos instruido, y que la sociedad que
lo transita ostenta, con un orgullo abominablemente depravado, la ignorancia de
las leyes, la desobediencia de las normas, y el desconocimiento a la
autoridad.-
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