COMO
HORMIGAS
Marchaban buscando un
espacio mejor para el asentamiento. Casi no tenían bienes, y sus casas las
levantaban en un santiamén, con los materiales que les proporcionaba la
naturaleza. De ella lo habían aprendido todo. Barro, paja, un par de troncos,
alguna que otra piedra, y ya estaba la casa levantada. Como las hormigas.
Mirando al cielo se
dieron cuenta que pronto llegaría la tormenta, así que se dividieron en grupos,
y entre todos hicieron lo que debía hacerse para estar todos bien. Unos se
encargaban de la comida, otros de las construcciones, otros de tejer las pajas
para fortalecer los techos, y así... como las hormigas…
Para cuando comenzaron
a caer las primeras gotas ya tenían donde guarescerse, alrededor de un fuego,
mientras se disfrutaba la comida. Todos juntos, vivían, se reían, comían y
dormían. Como las hormigas.
Para otros eran incivilizados, y los perseguían
hasta perderlos, desaparecerlos, invisibilizarlos… matarlos. Eso sí, ante el
peligro, resistían como las hormigas, todos juntos, y si había que morir, todos
juntos se morían, como las hormigas…
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