DÍA
DE LA INDEPENDENCIA
La semana pasada, en
mi blog, por el acontecimiento de los 2oo años de la Independencia, escribí
reflexionando sobre “La Patria”, su concepto, su idea, y no sobre la
independencia. Entre otras cosas porque creí esperanzadamente que el gobierno
lo haría junto a un mensaje conciliador de unificación y fraternidad. Sin
embargo la lengua bífida del poder revanchista, a pesar de todas las
manifestaciones de pueblo contra una realidad verídica, palpable, sableó
fuertemente y con saña para profundizar las dimensiones de “la grieta”
Como colofón de la
jornada algún mal intencionado hizo llegar a las redes sociales una foto del 25
de mayo de 2010 junto a otra del 9 de julio 2016, en Tucumán, destacando con
alabanzas la ausencia de banderas políticas.
Pues no las había
porque estaban prohibidas, porque cualquier identificación partidaria, sobre
todo opositora, no superaba la valla de los siete mil metros que filtraba a los
ingresantes. Porque no era una fiesta para todos, porque no usan banderas en
sus actos sino globos, porque solo son considerados pares los que están
felices, no los despedidos, ni los que no pueden pagar la luz, el agua o el
gas, tampoco los comerciantes que debieron cerrar sus puertas en el primer semestre,
ni los propietarios de las PYMES que ven ahogado el consumo ¿Cómo se explica la
independencia con tantas restricciones? ¿Cómo se habla de lo que se debe hacer
juntos mientras se colocan vallas entre unos y otros?
Tal vez elevé
demasiado mis expectativas. O siego siendo un utópico infernal. Pero es que mi
interés no es político, tampoco tiene banderas partidarias, sino que es
abarcativo de todo lo que signifique el bien general y lo proporciones para nosotros
y nuestra posteridad. Porque mientras algunos funcionarios declaran que van a
dejar en el exterior gran parte de sus ahorros para resguardo de sus hijos, los
nuestros van a tener que trabajar duro para pagar la deuda externa que ellos
mismos están acrecentando sin medida.
Sí, es cierto, no
hubieron banderas políticas, pero hubieron reyes españoles para disculparnos y
militares cara pintadas que se levantaron contra la democracia, tal como si se
hubiese tratado de la inauguración de la era de las amnistías.
Y no. Los patriotas de
1816 no tuvieron angustia. Fueron determinantes en declarar la independencia por
amor a La Patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario