lunes, 24 de abril de 2017

LA MISMA CANCIÓN



Azalehya tenía nombre de flor, ojos de luna, piel mate y el cabello enrulado, y siempre andaba por todas partes, tarareando bajito la misma canción.

Por las noches subía al techo de su casa y se tiraba de espaldas a contar las estrellas, tarareando bajito la misma canción.

Su mamá la llamaba: ¡Azalehya! Y ella respondía, con su voz chiquitita, ¡Voy mamá! Y salía corriendo, tarareando bajito la misma canción.

Una tarde, Azalehya se fue para el río, en busca de fresas para un rico pai.

Y no volvió nunca.

Pero ya no la buscan.

Cuenta la leyenda que en noches de luna, si uno se pasea por la orilla del río, escucha el murmullo del agua en la costa, y medio mezclado, tarareando bajito la misma canción…




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