martes, 23 de febrero de 2016



FUE UN MINUTO...!!!



Entró, gritando, de la calle. En ese momento sentí como un impacto seco y un ardor tremendo en el pecho que me aflojó las piernas, del dolor. Yo quería entender lo que dijo pero veía volar las cortinitas azules de las ventanas, vidrios rotos esparciéndose por todos lados, las astillas de la casilla de madera que saltaban, y lo vi al nene, sentadito en la silla en que estaba, con la cabecita apoyada sobre la mesa y los bracitos colgando a los costados. No podía ni hablar yo del dolor, pero trataba de entender lo que él había dicho al entrar, y se me nublaba la vista. En eso lo vi ahí arrodillado y me miraba con los ojos grandes, como asustado. Yo levanté una mano para tocarlo y de repente se me puso todo oscuro, y después lo vi acostado a mi lado con la camisa encastrada. Me pareció que del bracito del nene algo chorreaba, algo oscuro, sentí frio, pero todo se había calmado, solo quedaba ese olor metálico, con el último aliento me puse a pensar y recién ahí entendí que había entrado de la calle gritando ¡...Todo el mundo al suelo, carajo, que afuera vienen matando...!



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