FUE UN MINUTO...!!!
Entró, gritando, de la calle. En ese momento sentí como un impacto seco
y un ardor tremendo en el pecho que me aflojó las piernas, del dolor. Yo quería
entender lo que dijo pero veía volar las cortinitas azules de las ventanas,
vidrios rotos esparciéndose por todos lados, las astillas de la casilla de
madera que saltaban, y lo vi al nene, sentadito en la silla en que estaba, con
la cabecita apoyada sobre la mesa y los bracitos colgando a los costados. No
podía ni hablar yo del dolor, pero trataba de entender lo que él había dicho al
entrar, y se me nublaba la vista. En eso lo vi ahí arrodillado y me miraba con
los ojos grandes, como asustado. Yo levanté una mano para tocarlo y de repente
se me puso todo oscuro, y después lo vi acostado a mi lado con la camisa encastrada.
Me pareció que del bracito del nene algo chorreaba, algo oscuro, sentí frio,
pero todo se había calmado, solo quedaba ese olor metálico, con el último
aliento me puse a pensar y recién ahí entendí que había entrado de la calle
gritando ¡...Todo el mundo al suelo, carajo, que afuera vienen matando...!
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