SOBRENATURAL
Vio a su esposa persignarse, a cuatro amigos
suyos vestidos con traje negro, al cura levantando la mano derecha para hacer
la señal de la cruz, y a dos tipos con mameluco gris oscuro, con palas,
rellenando la fosa. Llovía finito y tenía las hombreras del saco húmedas.
Esperó a que se fueran todos y caminó por el sendero de ripio hasta pararse
delante de la lápida, donde podía leerse, escrito con Times New Roman, su
nombre y apellido. Más abajo la fecha de su nacimiento y la actual. No pudo entonces
contener el llanto. No es fácil andar por la vida sabiendo que para los demás
estás muerto.
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