miércoles, 23 de marzo de 2016

PASCUA, PASO, PESAJ


Pesaj significa salto o Pascua, que también quiere decir paso o pasaje. De un estado a otro, por ejemplo. El pesaj o la Pascua Judía, celebra el paso del pueblo por el Mar Rojo. No obstante la Pascua de Resurrección (cristiana) conmemora el paso de Jesús de la muerte a la vida eterna. En definitiva, quiere decir que la pascua es un momento de transformación. Bueno pues, estas pascuas pensemos cuál puede ser nuestro paso. A la tolerancia, a la igualdad, a la fraternidad, a la solidaridad, tal vez la dinámica deseada consista en hacer un ejercicio de empatía. Es decir comenzar a practicar el no reaccionar, sino el ponerme en el lugar del otro. Todos tenemos la capacidad de hacerlo.
No nos cabe ninguna duda de que todo está proclive a transformarse. De hecho en nuestro país se advierten transformaciones, se hace visible el paso. En nuestras relaciones internacionales, las modificaciones tienen una tendencia coyuntural.
¿Es lícito, entonces, resistirnos en vez de atravesar ese pasaje convencidos y decididos?
No es mi intención abrir un debate. Así como tampoco soy partidario de aceptar doblegado todo lo que venga. Mi invitación es a que reflexionemos sobre esto, no en busca de resignación o aceptación sino, todo lo contrario, con profunda meditación acerca de los principios que nos activan. Porque desde esa profundidad de análisis deberá surgir la base filosófica que sostenga los fundamentos de nuestros argumentos ante las diferencias.
No levantemos más la voz como los necios, ni nos empaquemos como las mulas. He ahí el punto de inflexión. Habrán notado que en mi texto no he utilizado el término “cambiar”. Es porque cambiar quiere decir, simplemente, sacar una cosa de algún lado y poner otra en su lugar. O moverla desde aquí hasta allá. No compromete nada más que eso. En su lugar prefiero escribir “reforma”, porque en la reforma existe el compromiso ineludible de la optimización. Y tal vez esa sea nuestra pascua, la reforma, para poder dar desde entonces un paso más seguro en los fundamentos, en la teoría como base argumental, en donde no sea sencillo vencernos en el debate ni en la discusión. No lo sé. Tal vez sea solo mi deseo, formarnos desde la base, o desde lo más profundo, para avanzar despacio pero sin titubeos. Esa es la reflexión. Poder determinar cuál va a ser nuestra pascua, o si simplemente nos vamos a ir a pasear. Digo yo, que no sé nada… 


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